El mundo del agua llora el fallecimiento de Catarina de Albuquerque, defensora incansable de los derechos humanos al agua y al saneamiento.

Catarina de Albuquerque, que falleció este 7 de octubre con tan solo 55 años, defendía con pasión el derecho de todas las personas a tener un acceso digno a los servicios de agua potable y saneamiento y trabajó durante toda su vida, hasta el último momento, para lograrlo.  
 

Sus intervenciones eran pura vitalidad: despertaba al público con sus palabras, su gesticulación y su discurso valiente y reivindicativo. No en vano fue la primera Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho al agua potable y al saneamiento, empezando como Experta Independiente allá por el año 2008, cuando el mandato acababa de crearse, con el apoyo de España, y las Naciones Unidas no habían reconocido aún de forma expresa los derechos al agua y al saneamiento. 

Catarina desempeñó un papel fundamental precisamente en este reconocimiento, que se materializó en 2010 a través de la Resolución 64/292 de la Asamblea General por la cual se reconocían el agua y el saneamiento como derechos humanos esenciales, lo que supuso un punto de inflexión en el tratamiento internacional que se había dado a la gestión del agua y el saneamiento. 

Además, la relatora supo trasladar este fuerte compromiso con los derechos humanos al plano de la práctica, favoreciendo su materialización. Así, en 2014 presentó el Manual para la realización del derecho humano al agua potable y el saneamiento, centrado no sólo en la definición del derecho, sino también en las obligaciones que derivan de él, haciendo mención tanto a directrices de implementación y ejemplos de buenas prácticas, como a formas para mejorar la rendición de cuentas por parte de los estados. Anteriormente, había recopilado en Derechos hacia el final, experiencias que ayudan a avanzar, de forma progresiva, en la realización de los derechos al agua y al saneamiento. 

“… Consideraba esta tarea como una oportunidad de demostrar que los derechos al agua y al saneamiento son algo tangible y que su realización es posible, no una mera aspiración ni un sueño lejano. Los derechos humanos forman parte de nuestra vida y nuestro trabajo cotidianos.”  

(Catarina de Alburquerque en el Prólogo del Libro Derechos hasta el final) 

Fuerza y resiliencia 

“Catarina era la personificación de la fuerza y la resiliencia”, decían de ella sus compañeros en una nota enviada a los medios. "Era verdaderamente imposible quedar indiferente ante su energía y determinación”.  

Desde los inicios dejó claro la importancia de trabajar y reforzar las políticas públicas para el agua, alegando que el problema era “más político que tecnológico”. Siempre recordaba que era clave “no dejar a nadie atrás”, promoviendo alianzas, canalizando esfuerzos internacionales y alineándose con las procesos nacionales y regionales.  

En la primera consulta sobre monitoreo de agua potable y saneamiento Post 2015, escribía: “Todos queremos lo mismo. Un mundo donde todos tengan acceso al saneamiento y al agua. Donde las personas no enfermen por el agua que beben o hagan enfermar a otras porque se ven forzadas a defecar al aire libre. La buena noticia es que podemos hacerlo.”  


Catarina de Albuquerque junto a sus sucesores en el cargo, Léo Héller (dcha), y Pedro Arrojo (izqda).

Licenciada en Derecho, Albuquerque había sido con anterioridad profesora invitada en las Universidades de Coimbra y Braga (Portugal), y Asesora Jurídica Superior de la Oficina de Documentación y Derecho Comparado, una institución independiente bajo la dirección de la fiscalía general. Entre 2004 y 2008, presidió las negociaciones del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobado por consenso el 10 de diciembre de 2008.  

En 2014, cuando terminó su mandato en Naciones Unidas, se sumó a Sanitation and Water for All (SWA), una alianza que aglutina a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y otros organismos, y de la que desde 2018 era su directora ejecutiva.  

Estrecha relación con la AECID 

Catarina de Albuquerque mantenía una estrecha relación con AECID y, en concreto, con el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, en una colaboración cercana. En 2020, España se sumó a la alianza Sanitation and Water for All y al llamamiento conjunto sobre la importancia de la higiene y el agua para la lucha contra el COVID, y desde entonces los encuentros han sido frecuentes. Los últimos contactos datan de este mismo verano, cuando ambas instituciones, AECID y la SWA, participaron juntas en la Semana Mundial del Agua en Estocolmo, con un encuentro sobre Gobernanza, junto al relator actual, Pedro Arrojo.  

Catarina, en el cenrto, junto a Mónica Corrales (izqda), actual directora de Cooperación Sectorial, Europea y Multilateral de AECID, e Inmaculada Paniagua, jefa de la Unidad de APOYO de la misma dirección.  

Precisamente, además, los próximos 22 y 23 de octubre se celebra en Madrid la Cumbre de Ministros del sector, presidida por el Gobierno de España y organizada por la SWA y UNICEF, uno de los encuentros de alto nivel más importantes. 

Hoy, el mundo del agua llora su pérdida, pero mantiene vivo su recuerdo y su determinación para seguir avanzando hacia el ODS 6, con el objetivo de conseguir agua potable, saneamiento e higiene adecuadas para todas las personas, empezando por aquellas que más lo necesitan y disponen de menos recursos.   

ODS

ODS 6. Agua limpia y saneamiento

Fecha

09/10/2025 - 06:40

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El mundo del agua llora el fallecimiento de Catarina de Albuquerque, defensora incansable de los derechos humanos al agua y al saneamiento.

Catarina de Albuquerque, que falleció este 7 de octubre con tan solo 55 años, defendía con pasión el derecho de todas las personas a tener un acceso digno a los servicios de agua potable y saneamiento y trabajó durante toda su vida, hasta el último momento, para lograrlo.  
 

Sus intervenciones eran pura vitalidad: despertaba al público con sus palabras, su gesticulación y su discurso valiente y reivindicativo. No en vano fue la primera Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre el derecho al agua potable y al saneamiento, empezando como Experta Independiente allá por el año 2008, cuando el mandato acababa de crearse, con el apoyo de España, y las Naciones Unidas no habían reconocido aún de forma expresa los derechos al agua y al saneamiento. 

Catarina desempeñó un papel fundamental precisamente en este reconocimiento, que se materializó en 2010 a través de la Resolución 64/292 de la Asamblea General por la cual se reconocían el agua y el saneamiento como derechos humanos esenciales, lo que supuso un punto de inflexión en el tratamiento internacional que se había dado a la gestión del agua y el saneamiento. 

Además, la relatora supo trasladar este fuerte compromiso con los derechos humanos al plano de la práctica, favoreciendo su materialización. Así, en 2014 presentó el Manual para la realización del derecho humano al agua potable y el saneamiento, centrado no sólo en la definición del derecho, sino también en las obligaciones que derivan de él, haciendo mención tanto a directrices de implementación y ejemplos de buenas prácticas, como a formas para mejorar la rendición de cuentas por parte de los estados. Anteriormente, había recopilado en Derechos hacia el final, experiencias que ayudan a avanzar, de forma progresiva, en la realización de los derechos al agua y al saneamiento. 

“… Consideraba esta tarea como una oportunidad de demostrar que los derechos al agua y al saneamiento son algo tangible y que su realización es posible, no una mera aspiración ni un sueño lejano. Los derechos humanos forman parte de nuestra vida y nuestro trabajo cotidianos.”  

(Catarina de Alburquerque en el Prólogo del Libro Derechos hasta el final) 

Fuerza y resiliencia 

“Catarina era la personificación de la fuerza y la resiliencia”, decían de ella sus compañeros en una nota enviada a los medios. "Era verdaderamente imposible quedar indiferente ante su energía y determinación”.  

Desde los inicios dejó claro la importancia de trabajar y reforzar las políticas públicas para el agua, alegando que el problema era “más político que tecnológico”. Siempre recordaba que era clave “no dejar a nadie atrás”, promoviendo alianzas, canalizando esfuerzos internacionales y alineándose con las procesos nacionales y regionales.  

En la primera consulta sobre monitoreo de agua potable y saneamiento Post 2015, escribía: “Todos queremos lo mismo. Un mundo donde todos tengan acceso al saneamiento y al agua. Donde las personas no enfermen por el agua que beben o hagan enfermar a otras porque se ven forzadas a defecar al aire libre. La buena noticia es que podemos hacerlo.”  


Catarina de Albuquerque junto a sus sucesores en el cargo, Léo Héller (dcha), y Pedro Arrojo (izqda).

Licenciada en Derecho, Albuquerque había sido con anterioridad profesora invitada en las Universidades de Coimbra y Braga (Portugal), y Asesora Jurídica Superior de la Oficina de Documentación y Derecho Comparado, una institución independiente bajo la dirección de la fiscalía general. Entre 2004 y 2008, presidió las negociaciones del Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, aprobado por consenso el 10 de diciembre de 2008.  

En 2014, cuando terminó su mandato en Naciones Unidas, se sumó a Sanitation and Water for All (SWA), una alianza que aglutina a los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y otros organismos, y de la que desde 2018 era su directora ejecutiva.  

Estrecha relación con la AECID 

Catarina de Albuquerque mantenía una estrecha relación con AECID y, en concreto, con el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, en una colaboración cercana. En 2020, España se sumó a la alianza Sanitation and Water for All y al llamamiento conjunto sobre la importancia de la higiene y el agua para la lucha contra el COVID, y desde entonces los encuentros han sido frecuentes. Los últimos contactos datan de este mismo verano, cuando ambas instituciones, AECID y la SWA, participaron juntas en la Semana Mundial del Agua en Estocolmo, con un encuentro sobre Gobernanza, junto al relator actual, Pedro Arrojo.  

Catarina, en el cenrto, junto a Mónica Corrales (izqda), actual directora de Cooperación Sectorial, Europea y Multilateral de AECID, e Inmaculada Paniagua, jefa de la Unidad de APOYO de la misma dirección.  

Precisamente, además, los próximos 22 y 23 de octubre se celebra en Madrid la Cumbre de Ministros del sector, presidida por el Gobierno de España y organizada por la SWA y UNICEF, uno de los encuentros de alto nivel más importantes. 

Hoy, el mundo del agua llora su pérdida, pero mantiene vivo su recuerdo y su determinación para seguir avanzando hacia el ODS 6, con el objetivo de conseguir agua potable, saneamiento e higiene adecuadas para todas las personas, empezando por aquellas que más lo necesitan y disponen de menos recursos.   

ODS

ODS 6. Agua limpia y saneamiento

Fecha

09/10/2025 - 06:40

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Fecha de modificación de la página: 11/06/2025

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